miércoles, 27 de febrero de 2013

Aokigahara, el bosque de los suicidios

Aokigahara es un bosque muy extenso, de unos 35 km, situado en la base del Monte Fuji.
El turismo está limitado a unas pocas áreas, y aunque no está prohibido adentrarse en él, hay numerosos carteles que tratan de disuadir a aquel que lo intente.

El motivo es que desde hace muchísimos años existe la creencia de que el bosque de Aokigahara está maldito. Habitado por demonios y espíritus de los niños y ancianos que fueron abandonados allí durante la época feudal, cuando sus familias no podían mantenerles.

También se dice que los yacimientos de hierro magnético que hay en este bosque inutilizan las brújulas y GPS, facilitando que los viajeros se pierdan.


El bosque de Aokigahara, en la base del monte Fuji.

En 1960, se publicó la novela Nami no Tou, de Seicho Matsumoto, en la que los dos amantes protagonistas acaban suicidándose en Aokigahara. Desde entonces, muchas personas comenzaron a considerar su suicidio allí, como una idea romántica. Por si fuera poco, en 1993 se recomendó este lugar en El Completo Manual del Suicidio, de Wataru Tsurumi.
Como resultado, cientos de personas eligen este emplazamiento para quitarse la vida.


Cada año, se organizan patrullas que recorren los lugares más recónditos de Aokigahara para retirar los cuerpos. No obstante, no siempre consiguen dar con todos.




El bosque de Aokigahara tiene una atmósfera extraña

Quienes visitan este lugar, dicen que es especialmente silencioso. Por supuesto, no está muy frecuentado, por lo que uno puede sentirse especialmente solo allí. Apenas se oye el canto de los pájaros y no se escuchan sonidos de otros animales. Sólo las propias pisadas sobre la hojarasca. 

Los excursionistas y turistas dejan objetos personales como modo de señalización para no perderse. También dibujan flechas en los troncos o atan largos lazos de colores de un tronco a otro para encontrar el camino de vuelta. Algo así como Hansel y Gretel con las migas de pan. 



Lazos azules atados a los troncos de los árboles, que crean un camino para internarse en el bosque


El bosque de Aokigahara es el segundo lugar donde más suicidios se han producido en el mundo, después del Golden Gate (EEUU).

Desde la década de los 50, se han encontrado más de 500 cuerpos. Los suicidios aumentaron en la década de los 80. En los últimos años, este ha sido un tema un tanto tabú en Japón. No se habla mucho de ello, con el fin de reducir los suicidios. 
Se han colocado también numerosos carteles alrededor del bosque, en varios idiomas, para disuadir a aquellos que acudan al bosque para suicidarse. Además de las partidas de búsqueda de cuerpos, la policía suele patrullar por los alrededores, en busca de posibles suicidas. 


Cartel situado en Aokigahara, que insta a quien acuda a suicidarse a buscar ayuda.

Si te adentras en este lugar, es común que encuentres restos de presencia humana: ropa, cigarrillos, paraguas, mochilas, zapatos, objetos de aseo... todo ello tirado por el suelo, abandonado. Es muy posible que pertenezcan a personas que se han suicidado, en ese mismo lugar, cuyos cuerpos fueron retirados más tarde, cuando las patrullas dieron con ellos.



Algunos efectos personales esparcidos por el suelo de Aokigahara

Muchos afirman que se escuchan pisadas y se aprecia movimiento entre los árboles, pese a que cuando se dan la vuelta, descubren que están completamente solos. 
A lo largo del bosque pueden encontrarse objetos cuya presencia allí es inexplicable. En este blog (en inglés), un joven cuenta su experiencia en Aokigahara con dos amigos, con fotos y vídeos incluidos. Recomiendo su lectura, pues es realmente interesante y completo. Ellos encuentran, después de internarse bastante en el bosque, una caseta de perro abandonada. En mitad de ninguna parte. ¿Qué podría hacer una caseta de perro allí?. 

También relatan haber visto objetos parecidos a los que salen en la película El Proyecto de la Bruja de Blair, como crucifijos hechos con ramas y cuerda, palos colgados de las ramas de los árboles en lo que parece ser una representación de aquellos que se ahorcan, pintadas en los árboles que se asemejan a caras... todo bastante siniestro.


El ahorcamiento es el método de suicidio mayoritario en Aokigahara

Se dice que entre las 2 y las 3 de la madrugada es cuando más se manifiestan los espíritus que habitan Aokigahara. No es que existan claras evidencias, pero desde luego, no me gustaría encontrarme en ese bosque de madrugada, completamente a oscuras y en medio de un silencio total. 

Y por si lo sobrenatural no te convence, quizá pueda resultarte poco atractiva la perspectiva de encontrar un cuerpo o cualquier resto humano en mitad de tu paseo, cosa que es posible, dado el ratio de suicidios (entre 70 y 100 cuerpos son hallados por excursionistas o guardabosques cada año).


Calavera en el suelo del bosque. Muchos excursionistas encuentran restos humanos en Aokigahara

He decidido prescindir de poner fotos con contenido más fuerte en esta entrada, pese a que en un principio tenía previsto incluirlas. Son imágenes que pueden resultar muy impactantes, especialmente en personas sensibles, por lo que sólo remitiré a buscar "Aokigahara" en google imágenes para aquellos que crean que no van a verse afectados al verlas. Si no estás seguro, te recomiendo que no las busques, pues son fotos auténticas de cadáveres que han sido hallados en este lugar.

Por último dejo un documental sobre la experiencia de un guardabosques que ha trabajado allí durante muchos años (subtitulado en inglés).



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